Cúrame, Señor.
Cúrame el cuerpo,
cúrame el corazón,
cúrame el alma.
Dame la vida, la vida en abundancia.
Te lo pido por la intercesión
de María Santísima, tu madre,
la virgen de los dolores,
que se postró a los pies de la cruz;
que fue la primera en contemplar tus llagas santas
y que nos diste por madre.
De las Plegarias del padre Emiliano
Tardif
Transcrito por: Cristobal Aguilar.